CONGRESO DEL PIT-CNT

APORTES PARA EL XV CONGRESO
DEL PIT-CNT
CAPITULO I BALANCE Y PERSPECTIVAS
1) INTRODUCCIÓN
Nuevamente un congreso de la clase obrera organizada nos convoca a repensar la situación de nuestra clase y las perspectivas de lucha en el marco de la coyuntura actual.
Al igual que en el congreso pasado debemos remarcar seriamente la importancia que esto significa (o debería significar) como máximo órgano de nuestra convención y sobre todo como posibilidad de llegar a cada rincón de los trabajadores organizados (e incluso más si partimos de la base acordada de que el PIT-CNT representa aún más que su afiliación), con los debates más relevantes de cara a tomar posiciones programáticas y de acción concreta para afrontar los desafíos que tenemos en adelante como pueblo trabajador.
Que se cercenen las posibilidades del debate en pos de la disputa por cargos es un problema mayúsculo que venimos señalando congreso a congreso. Independientemente de cómo se terminen laudando los debates programáticos y de cómo se decantan las mayorías, la importancia del debate, es en sí misma, es una acción educativa y posibilita la incorporación de las ideas que luego, generan la construcción de los acuerdos.
Si bien los documentos llegan en tiempos estatutarios y hay un valioso proceso de discusión en muchas bases sindicales, el intercambio de ideas y el debate no es todo lo que querríamos y menos de lo que necesitamos. La ausencia de un debate real es, lamentablemente bastante fiel a la realidad y es algo que tampoco se corrige en el congreso. En el congreso, producto de los acotados tiempos, las listas de oradores se abren unos minutos y se cierran rápidamente, las instancias previas de comisiones que deberían enriquecer el debate se desdeñan y hay corrientes que eligen ni siquiera participar, yendo solo a las instancias que definen y tienen votos. En efecto la discusión por los cargos se vuelve la más fuerte y donde se producen grandes antagonismos.
La elección de la Mesa Representativa (MR) es, ciertamente, materia de discusión del congreso. Nuestra postura en este tema sigue siendo la histórica: ningún sindicato que demuestre su intención de participar de la mesa representativa debe quedar afuera. La MR como declaran nuestros estatutos es la dirección entre congreso y congreso, no el secretariado y mucho menos aún los cargos de representación que ni siquiera figuran en el estatuto. En los últimos tiempos, sin embargo, se nos ha ido la vida en resolver los cargos de representación y del secretariado donde parece hay un interés mayor en participar. Esto no es un problema de cargos, para nosotros es un problema de representación, con una mesa amplia está demostrado no se entorpece el funcionamiento orgánico y cada trabajador está representado en la dirección por el lugar que ocupa en la producción, en el mundo del trabajo y no por tendencias y acuerdos políticos sindicales.
Como hemos venido señalando, es de importancia política y no solo de funcionamiento tener el mayor de los respetos por el estatuto, el que posibilita y mantiene la unidad, sin embargo, darle el lugar correcto a cada órgano de representación no significa desconocer la existencia de otros,